martes, 28 de abril de 2009

Prócer de la independencia chilena, nació el 20 de agosto de 1778. Cursó sus estudios en Europa y en Inglaterra conoció a Francisco Miranda, que lo entusiasmó con sus ideas sobre la independencia americana. En 1802 retornó a Chile debido al fallecimiento de su padre. Rápidamente integró los grupos que propiciaban la libertad de su patria, y en 1811 representó a Concepción ante el primer Congreso Nacional. En 1813 mostró su vocación militar al participar varios combates contra los realistas enviados por el virrey del Perú, Fernando de Abascal. Fue jefe del ejército en reemplazo del dictador J. M. Carrera, que había sido depuesto en noviembre de 1813.

Desconoció la nueva dictadura proclamada por Carrera en julio de 1814, pero apenas había comenzado la guerra civil reconoció la autoridad de aquél ante el avance de los realistas sobre la capital. Para cerrarles el paso se hizo fuerte en Rancagua, donde en octubre realizó una heroica resistencia. Tras la derrota se trasladó a Mendoza, en donde colaboró en primera línea con San Martín en la preparación del Ejército de los Andes, del cuál fue uno de sus comandantes.


Descolló en la victoria de Chacabuco (1817), tras lo cual los patriotas ocuparon Santiago. Allí fue nombrado Director Supremo por un cabildo abierto. Dirigió entonces una campaña contra los realistas en el sur del país e hizo jurar solemnemente la independencia de Chile el 12 de febrero de 1818, en ocasión del primer aniversario de la batalla de Chacabuco. Fue herido y derrotado junto a San Martín en Cancha Rayada, pero el inmediato triunfo de éste en Maipú, en abril de 1818, aseguró la independencia chilena. Apoyó decididamente el plan de liberación del Perú ideado por San Martín. Su gobierno fue progresista y siguiendo las tendencias del despotismo ilustrado. La oposición política creció favorecida por la situación económica deteriorada y la guerra contra los araucanos. Al sancionarse la nueva Constitución de 1822, por la que se prorrogaba su mandato por 10 años, su autoridad fue desconocida por el Ejército del Sur, al mando de Ramón Freire. Ante la posibilidad de que estalle una guerra civil, prefirió renunciar al mando en enero de 1823. Desde entonces hasta su muerte, ocurrida el 24 de octubre de 1842, vivió exiliado en el Perú
Militar y gobernante
Bernardo O'Higgins Riquelme es considerado el padre de la patria. Su presencia, como militar y gobernante, fue crucial en todo el proceso de emancipación chilena del dominio español, ya fuera luchando en las batallas de la Independencia o ejerciendo como primer Director Supremo de la nueva nación. Hijo natural del que fuera gobernador de Chile y virrey del Perú, Ambrosio O'Higgins, nació el 20 de agosto de 1778, en Chillán Viejo. Realizó sus estudios en Lima y luego en Inglaterra, donde conoció a Francisco Miranda, quien lo inició en las ideas independentistas. Muerto su padre en 1801, regresó a Chile a tomar posesión de la hacienda de Las Canteras cercana a la ciudad de Los Ángeles. En 1810, fue elegido diputado de la recién formada Junta de Gobierno y nombrado coronel de ejército en 1811. En 1813, se enfrentó por primera vez a los realistas en la batalla de El Roble. Su rivalidad con José Miguel Carrera, el otro líder de la Independencia, la llevó a enfrentarse, en 1814, en el combate de Tres Acequias. No obstante su espíritu patriota primó y O'Higgins se unió a Carrera para enfrentar la invasión de las fuerzas realistas dirigidas por Mariano Osorio. Durante el período de la Reconquista, organizó en Mendoza, junto a José de San Martín, el Ejército Libertador de Los Andes y dirigió la ofensiva chilena. Derrotadas las fuerzas realistas, asumió como Director Supremo y firmó, el 12 de febrero de 1818, la Proclamación de la Independencia de Chile. En algunas de las proclamas dirigidas por O'Higgins a los soldados enemigos que aún resistían, dejó claramente establecida su posición antimonárquica. Sin embargo, su afán por incrementar el desarrollo económico del país, lo impulsó a establecer relaciones comerciales con las principales monarquías europeas; las cartas enviadas a los reyes, escritas en un lenguaje equilibrado y cauteloso, quedaron para la posteridad como un testimonio de su carácter eminentemente pragmático. Entre las obras de su gobierno, tuvo especial relevancia la construcción de escuelas primarias, la reapertura del Instituto Nacional y la Biblioteca Nacional, además de la creación de la Escuela Militar. En su gestión como Director Supremo tomó medidas que le significaron ganarse la antipatía de la aristocracia criolla, como la abolición de los mayorazgos y los títulos de nobleza, la supresión de los escudos de armas y la creación de la legión al mérito. En estas disposiciones puede observarse la influencia de la logia masónica Lautarina -a la que O'Higgins pertenecía-, que se caracterizaba por su rechazo al orden nobiliario. Su gloriosa vida pública -aunque no desprovista de episodios oscuros, como su participación en la muerte de José Miguel Carrera y Manuel Rodríguez- fue evaluada por él mismo en un manifiesto dirigido a su pueblo. Paradójicamente, su abdicación al cargo de Director Supremo de Chile el 28 de enero de 1823, uno de los episodios más tristes de su vida, fue la máxima expresión de su adhesión a la causa del país, ya que voluntariamente se despojó del poder para evitar una guerra civil, dejando como testimonio una emocionada despedida. Falleció en Lima el 24 de octubre del año 1842.





Bernardo O'Higgins
(Chillán, Chile, 1778 - Lima, 1842) Político y militar chileno, prócer de la independencia chilena. Era hijo natural de Ambrosio O'Higgins y de una joven criolla, doña Isabel Riquelme y Mesa. Por conveniencias sociales, el niño recién nacido fue llevado a Talca, donde se crió al cuidado de don Juan Albano Pereira y de su esposa, doña Bartolina de la Cruz.
Cuando cumplió once años regresó a su ciudad natal para seguir estudios en el colegio de los religiosos franciscanos, pero no permaneció mucho tiempo en Chillán, pues su padre, a la sazón gobernador de Chile, decidió que completara su educación en un centro más selecto, como era el Convictorio de San Carlos, en Lima, donde permaneció hasta los 17 años.
Bernardo O'Higgins
El futuro libertador de Chile se puso de nuevo en camino, siguiendo las instrucciones de su padre. Esta vez se dirigió a Cádiz y de allí a Inglaterra, donde estudió en una academia inglesa y donde, además de materias científicas como geografía, botánica o matemáticas, aprendió francés, música, pintura y esgrima. Durante su estancia de tres años en Gran Bretaña vivió una apasionada aventura amorosa, al tiempo que crecía en él el interés por la política. En este sentido, la relación con el prócer venezolano Francisco de Miranda le introdujo en la senda revolucionaria.
Enterado su padre, ya virrey del Perú, dejó de protegerle, aunque a su muerte resolvió legarle la mayor parte de su fortuna. Regresó a la patria en 1802 y hasta 1810 se dedicó a la hacienda que le dejó su padre, la cual engrandeció notablemente. Ocupó cargos públicos, como el de procurador del cabildo de Chillán, pero al propio tiempo se mantuvo en la tarea de fomentar el ideal de la Independencia.
El 18 de septiembre de 1810 colaboró activamente con Juan Martínez de Rozas en la creación de un cuerpo de milicias y la convocatoria de un Congreso Nacional, para el que obtuvo el acta de diputado por Los Ángeles. Luego se trasladó a Santiago y se integró en el Tribunal Superior de Gobierno. Siguió después una confusa etapa en la que las luchas políticas se mezclaron con asonadas militares, que desembocaron en un proceso legislativo más activo y liberalizador. El golpe militar de José Miguel Carrera le condujo a la cuarta Junta Gubernativa, pero las intrigas y desavenencias provocaron el cansancio de Bernardo O'Higgins, quien se retiró a los trabajos de su hacienda.
El desembarco de Pareja el 26 de marzo de 1813 en San Vicente modificó de nuevo sus planes, pues hubo de alzarse en armas contra la intentona realista. Muerto el brigadier Pareja y derrotadas sus fuerzas, los realistas se concentraron en Chillán y contra ellos avanzó O'Higgins, pero la posición se mantuvo y los patriotas tuvieron que retirarse. Las guerrillas realistas se extendían por la región. Mostró valor personal y de estratega en diversos combates, que le condujeron al generalato en 1814. Continuó la guerra contra los españoles, pero hubo de aceptar el convenio de Lircay, que supuso una tregua en las operaciones.
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La llegada de refuerzos para los españoles selló la reconciliación entre Bernardo O'Higgins y José Miguel Carrera, quienes decidieron unir sus fuerzas para concentrarse en la defensa de la estratégica Rancagua. La caída de la ciudad originó una crisis política profunda que se saldó con la huida de muchas familias patriotas hacia Argentina, entre ellas la de O'Higgins. El desastre de Rancagua puso fin al período de indecisiones conocido como la Patria Vieja.
Durante su estancia en Argentina hizo amistad con José de San Martín y entre ambos organizaron el Ejército de los Andes, que cruzó la Cordillera en enero de 1817 como fuerza emancipadora, y obtuvo la decisiva victoria de Chacabuco, que abrió las puertas de la capital. El 16 de febrero, una ciudadanía entusiasta ofrecía el mando supremo del Estado al victorioso general. Sin embargo, los intereses prioritarios no pasaban entonces por la política sino por la guerra y fue preciso continuar la lucha en el sur, aunque la suerte ya estaba echada y los realistas dejaron de ser una amenaza seria para la Independencia de Chile, que fue proclamada formalmente el 12 de febrero de 1818.
Según su notable visión geopolítica, la toma de Perú precisaba de medios navales, por lo que formó una escuadra, entregando su mando a Manuel Blanco Encalada primero y a Thomas Cochrane después. La flota de combate logró mantener la supremacía sobre la flota virreinal, dominando toda la costa del Pacífico. De esta manera el general San Martín pudo liberar a Perú del dominio colonial español.
El abrazo de O'Higgins y San Martín en Maipú
Tras la batalla de Maipú pudo el general dedicarse plenamente a las tareas de gobierno. Acordó de inmediato un reglamento constitucional que determinaba sus atribuciones y deberes y creó un Senado con funciones legislativas y consultivas. La nación a la que ayudó decisivamente a nacer fue libre y unitaria en gran parte gracias a su esfuerzo. La libertad podía saborearse plenamente; libre era el comercio que abarrotaba el puerto de Valparaíso, libres las personas para circular sin pasaporte. La inteligencia y la cultura comenzaron a prosperar, pues en los pueblos se construían escuelas, se creaban bibliotecas y se impulsaban las artes.
Con todo, el militar afortunado, el político honesto y consciente, hubo de afrontar pruebas muy duras, como fueron los rencores desatados tras el ajusticiamiento en Mendoza de los hermanos Carrera y la insurrección de Concepción. El 28 de enero, un cansado O'Higgins resignaba el mando supremo de la patria y aceptaba el nuevo gobierno. Poco después abandonaba Chile rumbo a El Callao.
La abdicación de O'Higgins
Su objetivo era seguir viaje a Inglaterra junto con toda su familia. Para ello confiaba en los rendimientos de unas haciendas peruanas que San Martín le había donado, pero los realistas ocupaban todavía buena parte del territorio y la situación era caótica. Recibido con todos los honores, fue amablemente presionado para que asumiera el mando de las fuerzas peruanas. A la llegada a tierras peruanas del Libertador Simón Bolívar, O'Higgins entró en contacto con él y selló una fuerte amistad, al convertirse en un distinguido miembro de su Estado Mayor.
Los avatares de la lucha les llevaron a la costa, mientras el general Sucre vencía a los realistas en la decisiva batalla de Ayacucho. O'Higgins no realizó el viaje a Inglaterra, sino que permaneció en Perú tratando de rentabilizar sus posesiones de Montalván y Cuiba, en el valle del Cañete. Los rencores que dejó atrás en Chile maquinaron para que se le interrumpiera el pago de su pensión militar. En 1826, sus partidarios quisieron devolverlo al poder mediante una conspiración en Chiloé, pero, fracasada ésta, el general fue borrado del escalafón militar y quedó prácticamente proscripto.
Cuando el ministro Diego Portales declaró la guerra a la Confederación peruano-boliviana, el dictador Andrés Santa Cruz pretendió ganarlo para su causa. O'Higgins condenó la guerra fratricida, pero se negó a apoyar a Santa Cruz, incluso cuando éste le ofreció el retorno al poder en Chile. Cuando terminó la contienda, tras la victoria del general Manuel Bulnes en Yungay frente a las tropas de la Confederación, se abrió un paréntesis liberal en Chile con una política de reconciliación nacional liderada por el propio Bulnes. Éste ordenó en 1841 que se restituyeran el rango y los sueldos debidos a O'Higgins, pero la reparación llegó cuando éste estaba a las puertas de la muerte. Falleció en Lima el 24 de octubre de 1842

Biografia


Nació el 20 de agosto de 1778 en Chillán Viejo. Su padre era un irlandés al servicio de la corona de España , que fue Intendente de Concepción, don Ambrosio O'Higgins y su madre doña Isabel Riquelme, una señora principal de Chillán.
Poco se sabe de sus primeros años. En 1782, fue llevado a Talca a casa de un acaudalado comerciante , Juan Albano Pereira ,donde fue bautizado y recibió los cuidados y cariño de su esposa, doña Bartolina de la Cruz.
En 1788, don Ambrosio O'Higgins fue nombrado Gobernador de Chile y queriendo darle a su hijo una buena educación, lo envió al Colegio de Naturales en Chillán y luego a aristocrático Colegio de San Carlos en Lima.
Posteriormente, en 1794 fue enviado a España, a Cádiz a casa de su tutor, don Nicolás de la Cruz. A los pocos meses fue enviado a Inglaterra a la casa de los fabricantes de relojes Spencer y Perkins. Perfeccionó sus estudios en una academia de Richmond, cerca de Londres.
Conoció a Francisco Miranda , precursor de la independencia hispana, quien lo imbuyó de las ideas libertarias y consejos que le servirían para tomar parte activa en la lucha de emancipación de nuestro país.
Regresó a Cádiz en 1799 y el 3 de abril de 1800 se embarca en la fragata "Confianza" para regresar a Chile, pero ésta es capturada por un buque inglés , debiendo regresar a su puerto de origen , después de muchas vicisitudes. En Cádiz permanece dos años más.
Al recibir la noticia de la muerte de su padre en Lima, el 18 de marzo de 1801, decide regresar a Chile, lo que hace en abril de 1802, llegando a Valparaíso el 6 de septiembre de ese año.
Su padre al morir testó a su favor la Hacienda de Las Canteras de 16.689 cuadras y más de 4.000 cabezas de ganado. A esta propiedad dedicó los proximos años, sin descuidar su disposición al servicio público.
En 1806 fue Alcalde de Chillán y en 1810, Subdelegado de la Isla de Laja.
Consciente de su falta de preparación militar , le pidió al Coronel Juan Mackenna que le instruyera sobre los conocimientos que carecía.
Con ellos organizó a los campesinos de su hacienda para el combate y en Chillán formó un cuerpo militar de insurgentes. Participó en reuniones con Martinez de Rozas que como representante de la Logia de Cádiz preparaba el ambiente para la Independencia.
Aún cuando no participó en los movimientos revolucionarios de José Miguel Carrera Verdugo del 4 de septiembre, 15 de noviembre y 2 de diciembre de 1811, sin embargo concordó con ellos, participando en la Junta de Gobierno.
En 1813 los realistas se vengaron de su participación en los movimientos de emancipación, quemando las casas de su hacienda,talando sus campos y tomando prisioneras a su madre y hermana.
En el sitio de Chillán se presentó ante el Comandante en Jefe con 1.400 soldados instruídos por él.
El 17 de octubre de 1813, en El Roble, a orillas del río Itata, José Miguel Carrera Verdugo al mando de bisoñas tropas, tuvo que huir a nado para evitar caer prisionero. La situación era desastrosa para los patriotas.
Sin embargo, en medio de la confusión, surgió O'Higgins quien tomando un fusil de un soldado muerto y al grito de : "O vivir con honor o morir con gloria !El que sea valiente que me siga!", cargó con singular arrojo y valentía sobre las fuerzas realistas, convirtiendo la derrota de los primeros momentos, en una victoria para los patriotas.
Por discrepancias con la Junta de Gobierno, José Miguel Carrera renunció y propuso a Bernardo O'Higgins como Comandante en Jefe del Ejército.
Enfrentado a las tropas realistas en los combates de El Quilo, El Membrillar, Tres Montes y Guajardo, obtuvo sucesivas victorias para la causa patriota. En Quechereguas obligó a las tropas realistas a retirarse a Talca.
El 23 de julio de 1814, José Miguel Carrera derroca a Francisco de la Lastra y se constituye en el Presidente de la Junta de Gobierno. Bernardo O'Higgins se opone y marcha con sus fuerzas hacia Santiago, siendo derrotado en el combate de Tres Acequias por Luis Carrera en agosto de 1814.
Se refugia en la hacienda de Paula Jaraquemada, pero ante el desembarco del Brigadier español Mariano Osorio y su avance hacia Talca, subordina sus fuerzas a las de José Miguel Carrera.
El 1o. de octubre de 1814 Mariano Osorio con sus tropas inició el cruce del río Cachapoal y O'Higgins y Juan José Carrera se refugiaron en la plaza de Rancagua.
Aún cuando O'Higgins tenía menor graduación que el Brigadier Juan José Carrera, a petición de éste asumió el mando y la defensa de la plaza, que se encontraba sitiada por las tropas españolas. José Miguel Carrera acudió con la división de reserva, pero fue rechazada por las tropas realistas.
Habiendo transcurrido 36 horas desde el inicio del combate y agotadas las municiones, O'Higgins decidió romper el cerco y seguido por Ramón Freire Serrano, ordenó montar a caballo y abrirse paso a través del enemigo ante las atónitas huestes realistas.
Este hecho cerró el período de la Patria Vieja y los patriotas tuvieron que emigrar a Mendoza para preparar la reconquista.
El 16 de febrero de 1817, después del triunfo patriota en la Batalla de Chacabuco, el Cabildo abierto proclamó a Bernardo O'Higgins como Director Supremo.
Es en la dirección suprema de la nación donde O'Higgins se revela como un gran estadista al organizar el gobierno en lo jurídico, educacional, cultural y material y al reglamentar sus funciones, imponer tributos, y adaptar las leyes de instituciones del régimen colonial, al principio republicano para establecer un sistema social sobre bases más humanas e igualitarias.
Promovió la creación de Colegios, Bibliotecas, Hospitales, Cementerios y planificó la urbanización de las ciudades. Dispuso la reapertura del Instituto Nacional, fundó la Biblioteca Nacional, ordenó componer la nueva canción nacional y el Escudo de Armas de la República, fundó la orden al mérito que reemplazaría los títulos de nobleza que fueron suprimidos.
Creó la Escuela Militar y la Academia de Guardiamarinas.
Tuvo la gran preclara visión de que cualquier esfuerzo que se hiciera no serviría de nada, mientras el país no contara con una Escuadra. Después de la magnífica victoria de Chacabuco, el General Bernardo O'Higgins pronuncia la visionaria frase:
"Este triunfo y cien más se harán insignificantes si no dominamos el mar".
Y esta idea condensa la estrategia aplicada por los españoles durante la Guerra de la Independencia.
Su concepción marítima le hace comprender que dada la condición geográfica insular del territorio, contar con un poder naval era una condición imperiosa para lograr el éxito, que asegurase la Independencia, impidiendo la llegada de refuerzos para las menguadas huestes del Virreynato que aún permanecían en Chile.
Asimismo vislumbró que el poder de una Escuadra nacional podría barrer a la armada española del Océano Pacífico y que sólo entonces las tropas patriotas amparadas por esa fuerza naval, inmovilizarían a los ejércitos españoles, facilitando su derrota y consolidando definitivamente la independencia de Iberoamérica.
Con muchos esfuerzos económicos crea la primera Escuadra Nacional, la Comandancia de Marina, la Comisaría de Marina, la Infantería de Marina y los Arsenales Navales.
Da el mando de la primera Escuadra Nacional al Capitán de Navío Manuel Blanco Encalada, quien zarpa el 10 de octubre de 1818 con cuatro buques con rumbo al sur, con la misión de interceptar y apresar un convoy enemigo.
La misión tiene éxito y la Escuadra regresa, habiendo capturado la fragata "Reina María Isabel" y seis transportes con tropas, demostrando a España que este poder naval emergente ya controlaba sus aguas.
Luego se da a la gigantesca labor de organizar y financiar la Expedición Libertadora del Perú, con tropas del General Juan José de San Martín y Matorras, que habían renunciado a su dependencia de las Provincias Unidas y se habían puesto a las órdenes del Gobierno de Chile y con tropas patriotas enroladas por el Gobierno.
Tiene el gran acierto de contratar al Almirante Lord Thomas Alexander Cochrane, quien con su audacia ejecuta páginas de gloria para el pabellón nacional en sus ataques a El Callao, la captura de la "Esmeralda" , la toma de Corral y Valdivia.
Lord Thomas Alexander Cochrane logra destruir el poder naval español en el Pacífico, logrando el dominio del mar para la naciente nación.
Obtenida la independencia del Perú, y habiendo sucedido algunos hechos que empañaron su gobierno, como el fusilamiento en Mendoza de los hermanos Juan José y Luis Carrera Verdugo, el 8 de mayo de 1818, el asesinato de Manuel Rodríguez Ordaiza, el 26 de mayo de 1818, el fusilamiento en Mendoza de José Miguel Carrera Verdugo, el 4 de septiembre de 1821, la arbitraria política del Ministro Rodríguez Aldea y de la Logia Lautarina, los roces con los otros poderes del Estado, entre otras causas, determinaron el levantamiento de las provincias pidiendo su dimisión como Director Supremo.
Para evitar derramamiento de sangre, Bernardo O'Higgins Riquelme abdicó como Director Supremo el 28 de enero de 1823, entregando el poder a una Junta de Gobierno.
Posteriormente se trasladó al Perú arribando a El Callao el 28 de julio de 1823. Como no disponía de otras entradas, subsistió con el producto del cultivo de las haciendas Montalván y Cuiba, que le fueron obsequiadas por el Perú.
Exiliado voluntariamente, aceptó el retorno a la Patria que le ofreció el Presidente Manuel Bulnes Prieto y en los febriles preparativos agotó sus últimas energías.
El 24 de octubre de 1842 el Libertador General Bernardo O'Higgins Riquelme entregó su alma a Dios.
El 11 de enero de 1869, Chile repatria los restos de su hijo ilustre, cuando las corbetas de guerra "O'Higgins", "Esmeralda" y "Chacabuco" recalan a Valparaíso, al mando del Vicealmirante Manuel Blanco Encalada, trayendo sus restos desde el puerto de El Callao, para ser sepultados en el Cementerio General.
En 1979 fueron trasladados al Altar de la Patria donde su urna permanece cubierta por la bandera nacional y alumbrado por la llama de libertad.

O higgins


Bernardo O'Higgins Riquelme (* Chillán, Región del Biobío, Chile 20 de agosto de 1778- † Lima, Perú 24 de octubre de 1842) fue un político y militar chileno. Es considerado uno de los Padres de la patria en Chile y fue una de las figuras militares fundamentales de la independencia de su país y de Latinoamérica. Fue el primer Jefe de Estado de Chile independiente bajo el título de Director Supremo entre 1817 y 1823, cuando renunció voluntariamente al cargo para evitar una guerra civil, exiliándose en el Perú hasta su muerte. Fue Capitán General del Ejército de Chile, Brigadier de las Provincias Unidas del Río de la Plata, Gran Mariscal del Perú, General de la Gran Colombia y organizador de la Expedición Libertadora del Perú.
Primeros años
Nació en Chillán, hijo ilegítimo de Ambrosio O'Higgins, irlandés al servicio de la corona española, Intendente de Concepción, luego Gobernador de Chile y posteriormente Virrey del Perú y de doña Isabel Riquelme. A los cuatro años, es sacado de la casa materna por orden de don Ambrosio y llevado a Talca, a la casa del comerciante Juan Albano Pereira.[2]
Bernardo se educa primeramente en su Chillán natal en el Colegio de Naturales (ya que en un principio no había sido reconocido por su padre; es conocido como "Bernardo Riquelme"), donde aprendió a hablar mapudungún, debido a que sus compañeros eran los hijos de caciques, luego en el Colegio del Príncipe en Lima. Luego viajó a Europa, primero a Cádiz donde residió en varias ocasiones en la casa del primer conde de Maule y después a Londres, donde estudió en el colegio de Richmond. Su vida en Europa, según relatan sus cartas, fue muy sufrida, estando incluso a punto de morir cuando lo atacó la fiebre amarilla en Sanlúcar de Barrameda. El conde de Maule fue quizás el único que supo acogerlo.[3]
Es en Inglaterra en donde conoce a su mentor, el venezolano Francisco de Miranda, idealista e independentista, quien le señala el camino para la emancipación de la América Española. Esta entrevista es crucial en el futuro de O´Higgins.[4]
Regresó a Cádiz en 1799, no logrando adoptar la carrera militar que deseaba.[5] El 3 de abril de 1800 se embarca en la fragata "Confianza" con dirección a Buenos Aires para regresar a Chile, pero ésta es capturada por una nave de guerra británica, debiendo regresar a Cádiz. Su padre Ambrosio estaba enfermo y esperaba su llegada a Chile.
En diciembre de 1801 se embarcó una vez más hacia Chile y estuvo a punto de naufragar en Tierra del Fuego. Llegó a Chile finalmente en 1802. Al año siguiente se le puso en disposición de sus bienes, heredando de su padre, muerto en 1801, la hacienda San José de Las Canteras, de 16.689 cuadras y más de 4.000 cabezas de ganado, ubicada en las cercanías de ciudad de Los Ángeles, en el sur de Chile. También de ahí en adelante se hace llamar Bernardo O´Higgins Riquelme.
Inicios de la Independencia [editar]
En 1804 se inició en la vida pública, siendo nombrado alcalde de Chillán. Dos años después fue titulado Maestre de Campo como municipal cesante de esa misma ciudad. Posteriormente, en 1810, se desempeñó en el cargo de alcalde de Los Ángeles.
Al ocurrir el cabildo abierto del 18 de septiembre de 1810 y la posterior instauración de la junta de gobierno, O'Higgins era Subdelegado de la Isla de La Laja. Era amigo cercano de Juan Martínez de Rozas, el principal líder de la junta de gobierno, y antes de la partida de Rozas a la capital O’Higgins le insistió en la necesidad de establecer la libertad de comercio y convocar a un congreso nacional, para que el pueblo tomara interés en la insurrección.[6] Fue electo diputado al primer Congreso Nacional de Chile,[7] siendo partidario del grupo más radical de los que apoyaban la causa de la independencia. El 24 de junio junto a otros 12 diputados, lanzan una protesta a la junta de gobierno y renuncian a sus cargos,[8] en un movimiento que intenta mover a una revolución estancada por la supremacía de los moderados en el congreso. Los poderes de diputados de O’Higgins son posteriormente ratificados por los vecinos de Los Ángeles.,[9] así que cuando el congreso fue purgado por José Miguel Carrera de numerosos elementos realistas, O’Higgins volvió a ejercer como diputado, destacándose por su propuesta de ley de establecer cementerios en Chile, recuperando una fracasada iniciativa de su padre, aunque esta no llego a prosperar tampoco en 1811.

Batalla de El Roble
No obstante su importante labor como diputado, O’Higgins se encontraba bastante enfermo, por lo que faltó a muchas sesiones. Cuando Carrera dio un segundo golpe de estado para iniciar un gobierno personalista, O’Higgins fue llamado para integrar una junta de gobierno, junto con Carrera y José Gaspar Marín. Junto con este último, renunció el 3 de diciembre en protesta por el nuevo golpe de estado de Carrera, que suspendió el congreso e instauró una dictadura, regresando O'Higgins a su hacienda de Las Canteras.
En 1813, con motivo del arribo de la primera expedición realista en Chile, comandada por el Brigadier Antonio Pareja, decidió dejar su retiro, reuniendo milicianos de la Laja y comandándolos a Concepción, ciudad que se creía manejada por los realistas.[10] Tras recibir un mensaje que le ordenaba dispersar sus tropas, desconfiado, se dirigió a Talca, en donde se reunió con Carrera, colocándose a sus órdenes.[11]
Carrera le ordenó que marchara a Linares para interceptar el paso al comandante español Melchor Carvajal que se dirigía a Talca. Logró vencer a los dragones de Carvajal en la plaza de Linares, acto que fue una de las primeras victorias chilenas de la independencia, por lo que se le ascendió a coronel del ejército por la Junta Gubernativa de Santiago. Para esa fecha la figura de O´Higgins hacía sombra a la de Carrera.
Tras varias escaramuzas victoriosas, O'Higgins se dirigió al sitio de Chillán, que resultó en un desastre para los patriotas, aunque combatió con un valor temerario que le hizo famoso entre los soldados. Como forma de venganza por su apoyo a la independencia, los realistas quemaron las casas de su hacienda, talaron sus campos y tomaron prisioneras a su madre y hermana, que después serían canjeadas por la esposa del general Sánchez, y a través del Tratado de Lircay, que reconocía a la Corona de España, como la autoridad.
El 17 de octubre, en el valle de El Roble, O'Higgins y sus hombres fueron atacados por soldados realistas. En el fragor de la batalla O’Higgins lanza su famosa frase:
"¡A mí Muchachos! ¡Vivir con honor o morir con gloria! ¡el que sea valiente que me siga!".[12]
Inclusive tras ser herido con un balazo, continúa luchando hasta que la situación obliga a la retirada. José Miguel Carrera reconocería el heroísmo de O'Higgins, escribiendo en el parte de la batalla:
No puedo dejar en silencio el justo elogio que tan dignamente se merece el citado O'Higgins, a quien debe contar V. E. por el primer soldado, capaz en sí solo de reconcentrar y unir heróicamente el mérito de glorias y triunfos del Estado Chileno
José Miguel Carrera, Parte oficial de la batalla de El Roble 25 de octubre de 1813
Bernardo O'Higgins General en Jefe [editar]

Bernardo O'Higgins, óleo de Gil de Castro.
Durante el proceso de Independencia de Chile, luego del desembarco de las tropas realistas en Talcahuano, y del fracaso del cerco de Chillán, la Junta de Gobierno de Santiago se trasladó a Talca y nombró a O’Higgins general en Jefe, deponiendo por tanto a Carrera.
O’Higgins se resistió tres meses a aceptar el mando; sólo cuando Carrera se resignase y se retirase a Concepción aceptaría tomar el mando el 28 de enero de 1814.[13] A sólo dos días de haber asumido desembarcaría una nueva expedición española, dirigida por Gabino Gaínza, con más recursos que la expedición de Pareja
Los realistas toman Concepción y Talca. Se realiza una nueva campaña, pero a diferencia de la anterior esta resulta un desastre para las armas chilenas, con derrotas en las batallas de El Quilo y el Membrillar; suscribe el Tratado de Lircay coartado por el secuestro de sus familiares, en que se reconoce la “legitimidad del coloniaje”. O’Higgins perdió gran parte de su reputación por esta capitulación.
Carrera se niega a aceptar tal situación y da un cuartelazo, derribando el gobierno del Director Supremo Francisco de Lastra y retomando el mando en el Ejército. El 29 de julio de 1814 se celebraban en Talca un cabildo abierto y otra junta de guerra que acordaron desconocer al nuevo gobierno y deponerlo por las armas. O’Higgins marcha hacia la capital, combatiendo contra las fuerzas de Carrera dirigidas por su hermano Luis Carrera en la Batalla de las Tres Acequias (26 de agosto de 1814), que resultó en una derrota para O’Higgins.
Con la llegada de una nueva expedición española al mando de Mariano Osorio, Carrera y O’Higgins se reconcilian, poniéndose este último bajo las órdenes del primero.
El Desastre de Rancagua [editar]
Artículo principal: Desastre de Rancagua
Para enfrentar a los realistas O´Higgins eligió ocupar Rancagua, contrariando a José Miguel Carrera que veía más oportuno ocupar la Angostura de Paine. El 25 de septiembre de 1814 O’Higgins fortificaba todos los accesos de la plaza.
El 1 de octubre, con 4.500 realistas y dieciocho cañones, más del doble de fuerzas que sus enemigos, Osorio se presentó frente a Rancagua. No existió posibilidad de contactar las divisiones que comandaban Juan José Carrera y José María Benavente, por lo que O´Higgins decidió refugiarse en la villa. Se apostaron en las cuatro calles que desembocan en la plaza cañones atrincherados. Tras un primer intento fallido de tomar la plaza, Osorio decide bombardear las trincheras y asaltar las cuatro trincheras simultáneamente. Sin embargo los patriotas resistieron hasta el anochecer, cuando la oscuridad terminó con la lucha, aunque ya sin agua pues los realistas cortaron la acequia que vertía agua en la ciudad.
El 2 de octubre la batalla continuó ferozmente, los patriotas habían resistido ya seis embestidas desde el inicio de la batalla, pero estaban casi desechos. En un último intento por salvar a los sobrevivientes, O’Higgins y sus soldados se lanzaron a la carga abriéndose paso a través de las líneas enemigas, en el denominado Desastre de Rancagua.[17]
Monte a caballo el que pueda. ¡Nos abriremos paso a través del enemigo!
El Ejército de Los Andes [editar]

Monumento al Brigadier de las Provincias Unidas del Río de la Plata y Libertador de Chile don Bernardo O'Higgins en Buenos Aires, Plaza República de Chile Argentina.
Se trasladó a Santiago con los sobrevivientes, en donde se entrevistó por última vez con Carrera, quedando de manifiesto la enemistad de estos dos hombres. O’Higgins marchó hacia Argentina junto a su madre y hermana. Después del paso por la cordillera, el 16 de octubre O’Higgins finalmente llegó a Mendoza, siendo recibido al día siguiente por Juan MacKenna y por José de San Martín.
Después de una breve estadía en Mendoza, se trasladó a Buenos Aires. Hasta que el gobierno de Buenos Aires resolvió integrarlo al ejército que se organizaba en Mendoza al mando de San Martín, con el grado de Brigadier de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Durante la organización del ejército libertador manifestó una fuerte amistad con San Martín que se mantendría hasta el fin de sus días, y que había comenzado en Europa, cuando ambos integraban la Logia Lautarina, de principios masones.
Completados los preparativos, el ejército emprendió marcha el 21 de enero de 1817. Cruzan la cordillera por el paso de Los Patos, liberan Putaendo en el Combate de Las Coimas (7 de febrero de 1817) y San Felipe el Real. Se reúnen en Curimón con las tropas de Las Heras, procedentes de Santa Rosa de Los Andes, y se dirigen a los cerros de Chacabuco. El 12 de febrero, en la cuesta Chacabuco, se enfrentaron al ejército realista dirigidas por el Coronel Rafael Maroto. O’Higgins cargó heroicamente contra los españoles, acto que el coronel Estanislao Soler tildaría de insubordinación. Al día siguiente una junta le ofreció la dirección del país al general San Martín por su gran colaboración en la jornada anterior, pero este se negó a aceptar el cargo. Luego doscientos vecinos de Santiago proclamarían a don Bernardo O'Higgins Director Supremo de la joven nación. Este hecho da comienzo a la llamada "Patria Nueva".
O'Higgins, Director Supremo de la Nación [editar]

Ceremonia de Jura de la independencia de Chile.
O’Higgins designa como ministros de Estados a Miguel Zañartu en Interior y a José Ignacio Zenteno en Guerra. Para enfrentar los problemas financieros crea el Ministerio de Hacienda, con Hipólito Villegas como titular. Abolió los títulos de nobleza y creo la "Legión del Mérito de Chile", luchó contra los prejuicios religiosos, sacando imágenes antiestéticas o ridículas de los templos, sustituyó la moneda con la efigie de Fernando VII de España con una con el sello del gobierno.
El 2 de febrero de 1818, en Talca, firma el Acta de Independencia de Chile, que fue jurada en la Plaza de Armas de Santiago el 12 de febrero del mismo año. Reúne al pueblo de Santiago en la Catedral Metropolitana el 13 de marzo de ese mismo año, para jurar a los pies de Nuestra Señora del Carmen, la construcción de un Templo en su honor, en el sitio donde se dé la victoria definitiva. Desde entonces la Virgen del Carmen es proclamada Patrona de los ejércitos de Chile. Se convirtió en el Libertador de Chile.
En ese año, nació su hijo natural, Pedro Demetrio O'Higgins, nacido de su relación amorosa con la que fuera su amante, la dama criolla Rosario Puga.
Debido a la presencia de tropas realistas en Talcahuano, O’Higgins manda una expedición para terminar con esas tropas, sin embargo una noticia alarmante puso fin a la situación. Llegaron noticias de una nueva expedición realista, encabezada por Mariano Osorio.
Los realistas atacaron de sorpresa el 19 de marzo de 1818 en Cancha Rayada, derrota de los patriotas y en que O’Higgins salió gravemente herido de un brazo. Creyéndosele muerto a él y desesperando a San Martín, Manuel Rodríguez tomó el poder tras un discurso ante el Cabildo en Santiago, y haber sido electo por aclamación del pueblo. Al conocer las noticias, O’Higgins marchó de inmediato a Santiago desoyendo las recomendaciones de su médico, restableciendo el orden y reorganizando las fuerzas patriotas.

El abrazo de Maipú.
El 5 de abril, las fuerzas chilenas y argentinas comandadas por San Martín se enfrentaron a los realistas de Osorio en la Batalla de Maipú. O’Higgins había salido de la capital esa misma mañana y se dirigía hacia Maipú con unos mil milicianos alcanzando a participar en el desenlace final de la batalla. Al llegar al campo de batalla O'Higgins se abraza con San Martín dialogando lo siguiente.
O'Higgins: ¡Gloria al salvador de Chile!San Martín: General, Chile no olvidará jamás al ilustre inválido que se presenta herido al campo de batalla
O'Higgins y San Martín en el momento del abrazo de Maipú
O'Higgins se consagró a la organización de la Primera Escuadra Nacional, para asegurar la soberanía de Chile y del resto de América, pues estas naves participarían de la Expedición Libertadora del Perú. El 20 de agosto de 1820, su natalicio, O’Higgins despediría a la escuadra libertadora desde Valparaíso, que navegaba al Perú a cargo del General José de San Martín.
La guerra en el sur no había concluido, debiendo enfrentarse a la nueva amenaza de las montoneras, en especial la liderada por el bandido realista Vicente Benavides.
En materia política, proclamó dos cartas fundamentales, la Constitución de 1818 y la Constitución de 1823, con él como director supremo y con un congreso bicameral, con cámara de diputados y de senadores.
Entre sus obras destacan la creación de la Escuela Militar, destinada a la preparación de la oficialidad para el Ejército de Chile; la creación de la Academia de Guardiamarinas el 4 de agosto de 1818, que hoy es la Escuela Naval, organización del mercado de abastos, difundió el uso de la vacuna antivariólica y creación de la Junta médica nacional, reabrió el Instituto y la Biblioteca Nacional, transformó el basural de La Cañada en la Alameda de las Delicias (hoy Alameda Bernardo O'Higgins), mejoró el alumbrado público, terminó el Canal del Maipo; fundó las ciudades de Vicuña, San Bernardo y La Unión, e inició las construcciones de una capilla donde hoy se encuentra el Templo Votivo de Nuestra Señora del Carmen en Maipú.
Gobernó en forma autocrática durante los seis años siguientes, bajo un marco legal hecho a su medida; las decisiones tomadas por O'Higgins trajeron como consecuencia la enemistad declarada y furibunda del clero realista (encabezada por el Obispo de Santiago, José Rodríguez Zorrilla) y de los terratenientes aristócratas, que veían amenazado su poder legado desde la época de la Colonia.
Su gobierno se vio oscurecido por una serie de "crímenes de estado" de los que se le inculpó, tales como el asesinato en Tiltil de Manuel Rodríguez por orden de Bernardo de Monteagudo , el fusilamiento en Mendoza de Luis y Juan José Carrera por el intento de golpe en la ciudad y posteriormente José Miguel Carrera debido a sus montoneras en Argentina, son hechos que hacen cada vez más impopular la gestión de O'Higgins a la cabeza del país y que, a la postre, marcaría el inicio del fin de su gobierno.
La situación económica del país no marchaba bien, y para mayores desgracias el 19 de noviembre de 1822 un terremoto azotó la zona central del país. Buscando una solución a los problemas financieros, en 1822 manda a Antonio José de Irisarri para contratar un empréstito en Inglaterra de 1.000.000 de libras, obtenido tras arduas negociaciones.
El descontento hacia su gobierno se va haciendo progresivamente mayor, la nueva Constitución de 1822 es vista por la opinión pública como un intento desesperado por aferrarse al poder, y provoca el levantamiento de las provincias dirigido por Ramón Freire. Pese a que cuenta con tropas leales y con los saldos del empréstito inglés, desea evitar una inminente guerra civil, por lo cual renuncia el 28 de enero de 1823, entregando el mando la autoridad que designase el pueblo de Santiago, nombrándose una junta de tres personas.

Abdicación de Bernardo O'Higgins.
Leída el acta, O'Higgins tomó juramento a los miembros de la junta y les hizo entrega del mando, pronunciando la siguiente arenga:
Siento no depositar esta insignia ante la asamblea nacional, de quien la había recibido; siento retirarme sin haber consolidado las instituciones que ella había creído propias del país y que había jurado defender; pero al menos tengo el consuelo de dejar a Chile independiente de toda dominación extranjera, respetado en el exterior y cubierto de gloria por sus hechos de armas.
Doi gracias a la divina providencia que me ha elegido instrumento para tales bienes, y que me ha concedido la fortaleza de ánimo necesaria para resistir el inmenso peso que sobre mi han hecho gravitar las azarosas circunstancias en que he ejercido el mando.Pido muy de veras al cielo proteja del mismo modo a los que deben sucederme.Señores, al presente soy un simple particular. Mientras he estado investido de la primera dignidad de la república, el respeto, sino mi persona, al menos a ese alto empleo, debía haber impuesto silencio a vuestras quejas. Ahora podeis hablar sin conveniencia. Que se presenten mis acusadores. Quiero conocer los males que he causado, las lágrimas que he hecho derramar. Salid y acusadme. Si las desgracias que me hechais en rostro han sido, no el efecto preciso de la época del poder sino del desahogo de malas pasiones, esas desgracias no pueden purgarse sino con mi sangre. Tomad de mi la venganza que queráis, que yo no os opondré resistencia. ¡Aquí esta mi pecho!".
Abdicación de O'Higgins
Tras decir esto abre violentamente su casaca y ofrece su pecho desnudo a sus acusadores, a lo que responden los presentes: Nada tenemos contra el general O'Higgins. Viva O'Higgins.[18]
Exilio y muerte en el Perú [editar]

Casa donde vivió su exilio y murió el Libertador O'Higgins en Lima, Perú (Actualmente conservada por la Pontificia Universidad Católica del Perú).
El 19 de julio de 1823, embarca en el puerto de Valparaíso en la corbeta inglesa Fly, para nunca más tocar en vida suelo chileno. Originalmente su destino era Inglaterra, pero se radicó en el Perú. El Estado Peruano lo acoge y le obsequia la Hacienda de Cuiva y la Hacienda Montalván (en la cual reside), ambas ubicadas en San Vicente de Cañete, en el actual Departamento de Lima. Vivió dedicado a la agricultura, y cuando Simón Bolivar libera definitivamente Perú, O'Higgins participa en la recepción al Libertador pero no recibe responsabilidad alguna. Posteriormente Bolívar le otorga el grado de General de la Gran Colombia aunque el prócer chileno no haya participado en ninguna batalla.
En 1836, a inicios de la creación de la Confederación Perú-Boliviana, Bernardo O’Higgins se encontraba en Lima. El 20 de diciembre de 1836 envía una carta a San Martín[19] manifestándole una favorable impresión sobre Santa Cruz. O’Higgins defiende el derecho de integrarse como una sola nación el Alto Perú y el Bajo Perú, adhiriéndose al integracionismo de Santa Cruz. De igual manera está en contra de la política belicista de Diego Portales[20] .
El 1 de diciembre de 1837 envía una misiva a Santa cruz expresándole su pesar por el inicio de la Guerra contra la Confederación Perú-Boliviana, así como celebrando el tratado de paz firmado con Manuel Blanco Encalada[21] . Finalmente, el 10 de noviembre de 1838 O’Higgins escribe sendas cartas a Santa Cruz y Manuel Bulnes, ofreciéndose como mediador en la guerra[21] . Terminada la Confederación, Agustín Gamarra, ordena confiscar la condecoración que le otorgó Santa Cruz a O’Higgins[20] .

La cripta de Bernardo O'Higgins ubicada en la Plaza de la Ciudadanía.
El 8 de agosto de 1839, el Gobierno chileno le restituye, el grado de Capitán General del Ejército de Chile, con su respectiva antigüedad.
Postuló desde Lima a la presidencia, obteniendo solo 1 voto, por lo tanto fue derrotado por Manuel Bulnes.
El 6 de octubre de 1842, el Congreso Nacional de Chile le reconoce el derecho a gozar de sus sueldos, lo cual le abría la puerta para volver al país. Tras dirigirse al Callao para embarcarse a Chile, el 28 de septiembre de 1842, se sintió desfallecer. El doctor Young, que lo asistía, ordena trasladarlo a Lima, después de un nuevo ataque experimentado el 3 de octubre. A las 12.30 del 24 de octubre de 1842 a la edad de 64 años, falleció Bernardo O'Higgins en la ciudad de Lima, producto de un problema cardíaco.
Sus restos fueron sepultados en suelo peruano gracias a la caridad de su vecindad y fueron repatriados en 1869, contraviniendo sus expresos deseos de ser sepultado en la ciudad de Concepción. Por largo tiempo permanecieron en un sarcófago de mármol de Carrara en el Cementerio General de Santiago, hasta que el 20 de agosto de 1979 la urna fue trasladada por orden de Augusto Pinochet al Altar de la Patria, a la entrada de la Avenida Bulnes, frente al Palacio de La Moneda.
El 18 de octubre de 2004 los restos de O'Higgins fueron llevados temporalmente hasta la Escuela Militar, debido a la construcción de la nueva Plaza de la Ciudadanía. Permanecieron allí hasta el 10 de marzo de 2006 cuando su cuerpo fue trasladado, ahora en forma definitiva, a la nueva cripta subterránea del Libertador, en el mismo espacio que ocupaba el Altar de la Patria.
El 15 de agosto de 2007, la casa donde residió sus últimos años en San Vicente de Cañete fue seriamente afectada por un terremoto